El libro me gustó más

“El libro me gustó más”. Es el tópico de los tópicos, pero algo tendrá de cierto. Es injusto poner en una balanza una película y un libro, porque tienen formas diferentes de llegarnos y de narrar. El libro admite pensamientos, conceptos complejos, reflexiones, minuciosas descripciones. Y las películas tienen que contar las historias como imágenes. Los diálogos actúan como subtexto y los narradores suelen quedar forzados. Vaya, que son dos idiomas, y todos sabemos que en la traducción siempre se pierde algo.

Por eso es normal que cuando cualquier director se propone adaptar un texto literario, los lectores que disfrutaron con el libro se echen a temblar. Al menos, las hay con prudencia, como la chilena Alicia Scherson, que va a ser la primera en adaptar a Roberto Bolaño al cine. Lo hace con una “obra menor” -si eso puede decirse de Bolaño, pero conste que yo no la he leido- que se llama ‘Una novelita lumpen’. Menos mal que la moza se ha dado cuenta de que “Los detectives salvajes” no puede convertirse en una peli, porque su encanto no es la historia que cuenta, sino las voces que la narran. Pero tal vez alguien menos prudente se atreva a destrozarle la lectura de este novelón a cualquiera.

Y es que no sería la primera vez que alguien comete semejante osadía. Recuerdo con horror “Obaba” de Montxo Armendariz, que adapataba, o eso decía, las historias de “Obabakoak” de Atxaga, un precioso libro de cuentos interconectados por las ideas de la tradición, la oralidad y la intertextualidad… El director intentó más mala que buenamente hilarlos todos con la historia de una chica que va a Obaba a rodar un documental, me temo que con la ¿ayuda? del propio Atxaga. Por suerte, la película era tan mala que las imágenes que yo creé leyendo el libro siguen intactas en mi cabeza.

A veces pasa todo lo contrario, que llega un gran director y te convierte un libro bueno (o no, para gustos) en una obra maestra que le da cien vueltas. Pero eso solo lo hizo Kubrick, con “El resplandor”, “Eyes wide shut” y “La naranja mecánica”, “2001: odisea en el espacio”… Alguien me contó que Kubrick decía que él solo adaptaba libros malos. No estoy de acuerdo. Tal vez quería decir que adaptaba libros que no contienen imágenes demasiado fuertes. Ahí podría darle la razón.

Por ese miedo a la traducción mal hecha me negué a ver “A ciegas”, la adaptación del “Ensayo sobre la ceguera”. Si no recuerdo mal -no tengo el libro a mano para ojearlo-, no hay ninguna descripción en aquella historia, o muy pocas. Me parece difícil llevar a un lenguaje visual una historia sobre la impotencia y el caos que provoca una epidemia de ceguera, y preferí ahorrarme el disgusto y seguir imaginándome esa no-visión blanca que describía Saramago.

Pero ayer vi “The Road”, la versión que hay ahora en los cines del libro de Cormac McCarthy. Ese sí que es un libro poderoso en imágenes, basado en la descripción minuciosa y hasta cansina de cada uno de los objetos, gestos y paisajes que se encuentran el hombre y el niño en su camino de supervivencia. En el libro, la fuerza está en esa atmósfera de incertidumbre que se crea desde el principio: nunca sabremos qué pasó, de qué huyen, de qué tienen miedo y qué andan buscando. La película empieza destripando todo ese argumento, y la fueza se le va por la boca del narrador. Impresionan, eso sí, las imágenes de paisajes desoladores, la caracterización de Viggo Mortensen famélico, y el respeto absoluto a los diálogos. Yo, si tuviera que elegir, me quedaría una vez más en el tópico. El libro me gustó más.

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2 respuestas a El libro me gustó más

  1. El ejemplo perfecto y definitivo de lo contrario, de «la peli me gustó más», es Hitchcock. Casi siempre adaptó novelitas baratas muy mediocres («Rebeca» es un bodrio rosa de Daphne du Maurier, por ejemplo) que convirtió en pelis sublimes. No es cuestión de lenguaje, sino de talento: ante el mismo material, un tipo genial y un tipo mediocre pueden hacer cosas geniales o cosas mediocres.

  2. Alf dijo:

    Particularmente me encanta la progresión gaussiana de «The shining». Desde la génesis en forma de libro tirando a malo, pasando por el cénit del film de Kubrick, y muriendo en tierras patrias con el nombre de «El Peor Doblaje De La Historia De La Humanidad». Creo que el día que la prensa anuncie la muerte de Veronica Forqué, hasta la calavera del viejo Stan esbozará una sonrisilla.

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